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Patrón de Palencia, día 2 de septiembre y alrededores. Se suceden las procesiones, pasacalles, corridas de toros, pregones y desfiles de peñas.

    Existen vestigios desde la época prehistórica pasando por una época romana de gran esplendor, reflejada en las villas romanas de La Olmeda cerca de Saldaña, o La Tejada en Quintanilla de la Cueza.

    Por toda la mitad norte de España hay magníficos ejemplos del mejor arte románico, pero quizás sea en la provincia de Palencia donde se pueda ver la mayor concentración de iglesias en ese estilo y en mejor estado de conservación.
    Se podría decir sin exagerar que gran parte de la geografía palentina es un inmenso museo del románico al aire libre. Hay cientos de edificios concebidos en este estilo que marcó la arquitectura religiosa europea en la Alta Edad Media.

    Posteriormente la provincia fue fruto de conflictos permanentes por su condición de frontera entre el reino de León y el de Castilla. Uno de los hitos más remarcables de la historia de Palencia se dio durante el siglo XIII, con la fundación de la primera universidad de España y una de las primeras del mundo.

    Con los visigodos llegó una de las etapas de mayor esplendor para la ciudad, pues la constituyeron en sede de la corte, además que desde el siglo IV también era sede episcopal de relieve (se dice que su diócesis era la más importante de España tras la Toledana). Quedan restos del vestigio visigodo en la Cripta de San Antolín (que es la actual cripta de la catedral) y en la cercana localidad de Baños de Cerrato con su iglesia de San Juan de Baños (siglo VII), situada a tan solo 7 km de la capital que está considerada la obra cumbre de la arquitectura visigoda.